Buenas, como no podía ser de otra manera, ayer hubo por tercer año consecutivo, participación del CC Arteixo-MB3 en la que ya es una mítica , III Portomarin Trophy. En esta ocasión fuimos Cheo y Yo, a sabiendas de los compañeros que nos íbamos a encontrar para disfrutar de un día de puro BTT. Como dicen por allí BTT Bravu.
En esta ocasión os dejo una crónica con el permiso del compañero Moncho (C.C. Cambre), en la que se define muy bien el día, aunque hay cosas que hay que vivirlas, y la PT es una de ellas.
DESDE MI PUNTO DE VISTA
Empiezo el día con un considerable madrugón y como estaba previsto, me recibe Portomarín escondido entre la espesa niebla, con una temperatura de unos 3ºC y una sensación de frío importante. Poco a poco se va disipando esta lógica desgana inicial, a la vista de la numerosa concurrencia de BTTeiros que iban apareciendo por las inmediaciones del albergue O Mirador y que a las 9 “e pico”, con puntualidad gallega nos pusimos a rodar hacia el embalse de Belesar.
En silencio, pedaleando como fantasmas por donde medio siglo atrás vivían los habitantes del antiguo Portomarín, uno se siente un poco invasor de ese sagrado territorio y a la vez privilegiado por poder regresar a aquellos años e intuir la riqueza que aquella ribera debía poseer, ahora convertida en ruinas por el progreso.
Pero la tranquilidad dura poco y pronto afrontamos las primeras rampas de tierra, con porcentajes no demasiado exigentes, pero que subiendo sin tregua durante hora y media se hacen muy largas y los kilómetros parecen de 2000 metros.
Arriba, nada más cruzar el castro celta con el debido respeto con el que hay que tratar estos tesoros, estaba situado el avituallamiento, variado, abundante, muy bien atendido y gratuito, aunque en una caja de cartón a modo de hucha se indicaba que se admitían donativos. No se si tendría mucho éxito el anuncio, ya que en ruta casi todos vamos “pelados” por razones obvias, pero la verdad es que se lo merecían.
Ahora comenzaba la segunda parte, la que Portobike denominaba de puro BTT y que de verdad lo era. En un principio muy rápida, hacía albergar esperanzas de un aumento considerable de la media, hasta que después de bajar al río mirando de reojo el precipicio a nuestra derecha y cruzar a la otra orilla, comenzaba una serie de duras subidas, con fuertes porcentajes y con muchas piedras resbaladizas, ocultas entre las hojas de castaño que tapizaban el suelo húmedo. Era muy difícil mantenerse montado en estas condiciones y caminar tampoco era fácil, por lo que si unimos todo ello a mi baja actividad ciclista reciente, derivada principalmente de los trabajos burocráticos de preparación de nuestro Roteiro y de la visita del catarro otoñal, era de suponer la aparición de dolorosos calambres en ambas piernas, y si no fuese por Suso (Pedalini) y Cheo, que pacientemente bajaron el ritmo para que pudiese seguir su salvador GPS, es posible que todavía anduviese hoy perdido, vagando por aquellos solitarios parajes.
Menos mal que para compensar nuestros esfuerzos nos esperaba un buen cocido, servido en un soleado mirador y regado con un sabroso mencía, como debe ser.
Muy bueno el sorteo de regalos, sin trampa ni cartón, que le devolvió la sonrisa al “agraciado” Santiso y arrancó las carcajadas unánimes de todos los comensales.
Terminaré dando gracias a la organización, con Esteban a la cabeza, por la acogida y el trato dispensado. Será cuestión de volver la próxima edición, sin niebla y más entrenado, para disfrutar y disfrutar.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2254684
Actividad: mountain bike
Distancia recorrida: 50,23 kilómetros
Altitud min: 320 metros, max: 720 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.338 metros, bajando: 1.349 metros
Grado de dificultad: 
Moderado
Tiempo: 5 horas 35 minutos
Fecha: noviembre 28, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular): Sí
Coordenadas: 3251
FOTOS:
Un saludo
Bao
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